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Bolas de espejos fiesta/party: decoración para deslumbrar
La bola de espejos es un clásico atemporal en la decoración de eventos y fiestas. Estas esferas brillantes y reflectantes son capaces de transformar cualquier espacio en una pista de baile mágica y llena de energía. Desde luego, en los montajes de Millán Pro siempre han estado muy presentes.
Pero, ¿cuál es el origen de las bolas de espejos?
Las bolas de discoteca, como se conocen coloquialmente, se originan en la década de 1920, pero no se popularizaron hasta el año 1960. Fue en este momento cuando comenzaron a colocarse en discotecas y se convirtieron en un elemento icónico de la cultura de la música disco y que, gracias a su brillo y destello, complementaban perfectamente con la música y las luces.
Años más tarde, la música disco evolucionó y con ella, las bolas de espejo. Pasaron a ser el elemento estrella de decoración en todos los eventos, fiestas, bodas, cumpleaños… Y a día de hoy, las bolas de espejos siguen protagonizando todo tipo de celebraciones, ya que dan mucho juego gracias a todos sus pequeños cristales que, con una buena iluminación, se crea la mezcla perfecta para llenar todo el espacio de luz y color.
En Millán Pro disponemos de una amplia diversidad de tamaños. Tenemos bolas de discoteca pequeñas; de 20 centímetros de diámetro, pasando por las medianas; de 30 y 40 centímetros, hasta llegar a las más grandes que son de 50 centímetros y 1 metro de diámetro. Debido a la variedad de tamaños, podemos hacer maravillas con ellas: bolas de discoteca suspendidas del techo y en trusses, colocadas en el suelo o en un soporte, decoradas con neones y otras muchas posibilidades.
