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¿Te casas al aire libre?

The Love Forest quiso que nos encargásemos de la iluminación para la boda que se celebraba en el Monasterio de San Andrés en Vega de Espinareda.

Un conjunto arquitectónico con más de 10 siglos de historia se pone a nuestra disposición para un evento de un día en el que quieren que la iluminación sea la protagonista.

¡Allá vamos!

La celebración transcurre en el patio interior.

La zona del cócktel que se celebra a luz del día, se convertirá en pista de baile y fiesta cuando caiga la noche.

¿Y qué elegimos?

Las guirnaldas que las utilizamos a modo de decoración durante el cócktel. Con bombillas de filamento de carbono tipo edison, combinadas con lámparas de mimbre.

Lámparas de iluminación y cortinas de microbombillas

Nos gusta que la iluminación sea dimerizable y poder regular la iluminación según lo que está sucediendo en la boda. Así nos pemite, por ejemplo, crear la intimidad cuando cae la noche. Bajamos la luz y a bailar. Pero espera, que hemos ido muy deprisa, volvamos al cócktel.

Nos encantan las guirnaldas. Dónde sujetarlas es siempre un reto. Altura, tensión, sujeción y si además se trata de un patrimonio histórico que hay que respetar, el reto se multiplica.

Nuestra opción fue abrazar las enormes columnas con cable de acero, un elemento seguro y a la vez discreto. ¡Porque de día todo se ve!

El banquete coincide con la caída de la tarde. Y el conjunto arquitectónico se va a convertir en protagonista. Las piedras que nos han estado acompañando durante el día se tiñen de color.

Arcos y columnas se iluminan con focos led que nos permiten cambiar de gama, de intensidad y… ¿por qué no? también de ritmo: anunciando que después del postre, viene lo mejor…  ¡¡El baile!!

Cuando la música suene, una cascada de luz cae por el arco donde estarán los músicos.

Mientras bailan y cae la noche, añadimos un elemento estrella, proyección de gobos al ritmo de la música por las paredes del edificio.

Cada tema tiene su iluminación, con sus colores y sus formas, un auténtico espectáculo en el patio del monasterio.

Y para darle un toque desenfadado al photocall integramos entre las piedras y muros un cartel de neón con un ¡SÍ, QUIERO!

¿Y tú? ¿Te atreves a celebrar tu boda al aire libre?

Te avisamos que siempre tenemos nuestro plan B de luces… por si el tiempo no acompaña.